Letras Pix: Relato del no nacido, Eduardo Nieva

- Si es de tu interés este artículo, apoyanos compartiendo en tus redes sociales favoritas y de esa manera también incentivando a tus amigos que crees les pueda interesar a que nos lean.

Letras Pix: Relato del no nacido, Eduardo Nieva
Relato del no nacido

Estoy envuelto en tristeza. Estoy vestido de angustia.
Me ali...mento del frío y bebo de la soledad.
Aquí hay varios como yo. Y si me atrevo a mirar mas allá, seguro encontraré millones porque escucho sus voces, sus llantos, sus penas, sus susurros. Escucho todo pero no se donde están. No me atrevo a mirar.
Pero hace tiempo que estoy aquí y aun no me atrevo a despegar mi cabeza de entre mis rodillas. Mis brazos y manos se aferran a mis piernas. Trato de abrigarme del frío y del hambre de amor. La desolación me acaricia la espalda. Lo único que veo desde que aquí aparecí son los huesos de mis costillas que dejaron llagas en mi piel a pesar de ser muy blandos.

Lloro pero no tengo lágrimas, mis pies son delgados de piel arrugada y largos. En realidad todo lo que veo de mi cuerpo es así. Parezco un viejito en miniatura. Me miro y sigo llorando. No puedo parar. Desde que aparecí aquí que lo hago y cuando no puedo más, el silencio del lugar se ve opacado por el llanto de otros.
Ayer llegaron muchos más, no los vi pero siento su presencia, siento su olor. Es el mismo que yo tenia al principio. Los siento empujarse entre ellos. Lo hacen por instinto. Yo también lo hacia hasta que quedé solo, rodeado de agonía.
No puedo decir que es el fin para mí porque nunca nada comenzó. Ni siquiera mi cuerpo se terminó de formar. Mi vida o como sea que esto se llame es un horror.

¿Como puede alguien permitir que esto me haya sucedido? Ni a Dios pude conocer. Pasé de habitar un mundo de armonía total, calor tierno y fraterno, contención y felicidad a esto que es la nada misma personificada en mi, en los otros que deambulan por ahí, en esta atmósfera que apenas se puede respirar. ¿Tanto daño puedo causar? ¿Tanto castigo me merezco solo por querer existir? ¿Por qué me dejaron afuera? ¿Por qué estoy aquí?
Madre, ¿Por qué me dejaste ir? Si yo soy una parte de ti. Vuelve por favor. Búscame aquí. Se que me encontraras porque estoy igual que cuando de tus entrañas he sido ultrajado, arrancado por las manos de ese que tanto sabe en ciencias pero nada en amor. Ven, mira atrás y me encontraras. Te perdono.

Una afinada melodía interrumpe el resonante silencio. Una armoniosa melodía destruye mi llanto y el de los otros a mi alrededor. Hay un quiebre repentino de ese mundo descrito. Escucho voces y el latido veloz de un corazón. Es el mío y otro mundo comienza a hacerse real. El mundo calido y confortable del que les conté que yo había sido arrancado. ¿Qué pasó? ¿Qué pasa? ¿Porque estoy aquí otra vez? Tengo la sensación de que nunca me fui de este lugar. Madre ¿me has perdonado o solo estuve soñando? ¿Has venido a buscarme? Que sensación tan extraña, ¿son así los sueños?

¡Oh madre mía no me quites tu compañía!
No abras tus brazos para soltarme porque sin el abrigo de ellos moriría
Y en los más gélidos y solitarios abismos moraría
Donde la oscuridad sería el manto que mis penas ocultaría.



Autor: Eduardo Nieva (Escritor, Frias, Santiago del Estero)

No hay comentarios