El Sapo, Juan Sarq

En la ciudad, en el pueblo, en el barrio quiza olvidado por muchos pero reconocido por quienes ahi disfrutan del paso del dia, se aprecia el sabado a la tarde como impagable jugar un par de "monedas" al sapo.

Quiza el Bajo, es el centro de la tierra cuando dos amigos, dos compinches, dos hermanos y/o hasta dos enemigos tambien hacen un "partidito", por pasar el tiempo, por jugar, por dinero y quiza hasta por el honor. Dicen en algunos ranchos se juega por el lavado de platos posterior al guiso antes engullido, o por la arriada de los animales al caer la tarde, siempre entre hermanos o peones de algun rancho mas grande, sabiendo el perdedor debera pagar con su trabajo.
El vino y la soda, una coca, y quiza cerveza acompañan este momento, siendo el hidratante del jugador. Generalmente se pueden jugar partidos uno contra uno, o tambien dobles, ya cuando es mas es para macana; estos partidos se tornan interesantes y muy largos, llevando a cabo horas interminables. Siempre posterior a un asado entre amigos, o simplemente en una conocida "tomacion" (donde se juntan a charlar y a tomar unos vinos).

Las tecnicas utilizadas llevan desde el lanzamiento profesional hasta cabalas increibles; algunos extienden el brazo y miden de ojo la altura y el ancho de "la mesa", y lanzan con delicadeza. Entre otras estan las supersticiosas o cabalisticas, en las que algunos viejos besan "la moneda", o "el cobre", otros se persignan, algunos cierran los ojos al instante del lanzamiento, otros se ciñen el pantalon, en fin muchas incontables mas.

Dentro de la mesa tenemos al medio al sapo, protagonista de esta mesa, con la boca abierta al cielo, y a sus alrededores los famosos agujeros, quebu, keru, erus, o burakos para los aporteñados que no se adaptan a la lengua del pueblo. En el juego el sapo tiene en un valor de 8 puntos, detras de la mesa pero adelante en puntos esta la famosa vieja, boca de la cual se obtiene hasta un doble del puntaje del sapo, esto es de acuerdo a la dificultad que esta propone y al acuerdo previo de los jugadores.

De de todos los condimentos del juego y demas, sabemos los que conocemos este rito tan practicado, existen amateurs, veteranos, y profesionales, estos rangos se definen por la timba (apuesta de dinero).
Esta historia continua al llegar al norte, en algun bar (o puesto) de esos que los sostienen viejas columnas hechas de palos y techo de paja, donde hay un hombre afuera y cerca de diez perros echados en las sombras de algunos arbustos, pegado a la pared, un mesa con cara de vieja y corazon de anfibio.
En las fotografias tomadas por B.E.D vemos una parte muy pequeña quiza de esta historia, se agradecen estos aportes.